La endoscopia es un método de diagnóstico y tratamiento que permite al médico examinar las cavidades internas y los órganos huecos mediante un instrumento especializado: el endoscopio. El endoscopio es un instrumento flexible o rígido que cuenta con un sistema óptico (cámara) y una fuente de luz en su extremo distal.
El procedimiento no solo permite evaluar visualmente el estado de las mucosas, sino también realizar diversas intervenciones terapéuticas. A través del canal de trabajo del endoscopio pueden introducirse pinzas de biopsia, asas de polipectomía o instrumental de hemostasia.
El endoscopio se introduce en el cuerpo a través de orificios naturales o mediante pequeñas punciones quirúrgicas (laparoscopia, artroscopia). La imagen de la cámara se transmite a un monitor, lo que permite al médico examinar en detalle el área de interés.
Según el órgano a examinar, se realizan diferentes tipos de endoscopia:
La endoscopia desempeña un papel clave en el diagnóstico, cribado y tratamiento de numerosas enfermedades. Constituye el «estándar de oro» para la detección precoz del cáncer gastrointestinal, ya que permite identificar y extirpar simultáneamente lesiones precursoras (pólipos).
Este método también es imprescindible para diagnosticar la úlcera péptica y las enfermedades inflamatorias intestinales, así como para determinar el origen de las hemorragias internas. Como procedimiento terapéutico, la endoscopia constituye la base de la cirugía mínimamente invasiva, proporcionando a los pacientes una recuperación significativamente más rápida en comparación con las intervenciones abiertas tradicionales.
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