Lesiones de los tejidos blandos de la nariz externa: etiología, presentación clínica, diagnóstico y tratamiento

Se distinguen los siguientes tipos de lesiones:

• Las abrasiones nasales son lesiones superficiales de la piel que afectan las capas papilar y reticular de la dermis.
• Las laceraciones nasales afectan a todas las capas de la dermis y pueden extenderse al tejido blando y al músculo.
• Una avulsión nasal es un corte o desgarro de la parte distal de la nariz causado por un traumatismo.
• Una contusión nasal es un hematoma en los tejidos blandos de la nariz que se produce debido a un traumatismo cerrado pero que no daña la piel.

Etiología

La causa de estas afecciones es un gran impacto mecánico en la zona de la nariz, como caídas, mordeduras, lesiones deportivas, accidentes de tráfico o lesiones laborales. Durante las guerras, las heridas por arma blanca y las lesiones por explosión son la causa de avulsiones nasales.

La nariz es más propensa a sufrir lesiones traumáticas que otros órganos porque es la parte más prominente del cuerpo.

Anatomía

Abrasiones nasales

Las abrasiones cutáneas se caracterizan por un daño parcial a la epidermis que no penetra en las capas profundas de la piel. Después de la lesión, sangran y quedan cubiertas por una costra hemorrágica.

Laceraciones de la nariz

Una herida por laceración se caracteriza por un daño más profundo, que afecta a todas las capas de la dermis y al tejido graso, los vasos y los músculos subyacentes. Los bordes de la herida divergen, se abre y hay un sangrado profuso. Las lesiones más frecuentes son en las alas y la punta de la nariz.

Avulsiones nasales

• Cuando se amputa la punta nasal, se corta la parte distal de la nariz, incluida la piel, el músculo y el cartílago, dejando expuesta la cavidad nasal.
• Durante una avulsión de la nariz, se produce una avulsión traumática de la base ósea y cartilaginosa de la nariz externa. Esto expone la apertura piriforme y permite la visibilidad de la nasofaringe. En ambos casos se produce un sangrado masivo.

Contusiones nasales

En las contusiones se produce un edema pronunciado de los tejidos blandos tanto fuera como dentro de la cavidad nasal. Se desarrolla un hematoma de tejidos blandos, y con menor frecuencia puede formarse un hematoma del tabique nasal.

No se altera la integridad de la piel ni del tejido óseo. Con una fuerza de impacto pronunciada puede desgarrarse la membrana mucosa de la cavidad nasal, lo que produce hemorragia nasal.

Presentación clínica

Las abrasiones se caracterizan por dolor en el momento de la lesión y sangrado escaso. Luego se forma una costra hemorrágica, bajo la cual se produce la curación.

Cuando se producen cortes y laceraciones, el dolor tiende a sentirse en el momento de la lesión y también durante el tiempo hasta que se sutura la herida. Es característico el sangrado profuso. La respiración nasal puede deteriorarse debido al desarrollo de un edema reactivo de la cavidad nasal.

En las contusiones nasales, hay dolor en el momento de la lesión. Posteriormente, puede sentirse un ligero dolor, especialmente al palpar la nariz. El sangrado nasal puede producirse inmediatamente después de la lesión. A las pocas horas de la lesión se observa un edema de tejidos blandos y un hematoma de la región perinasal, incluyendo la región periorbital. La respiración nasal es difícil debido al edema de la mucosa de la cavidad nasal.

Diagnóstico de las lesiones de los tejidos blandos de la nariz

El diagnóstico se basa en la historia clínica de las lesiones y un examen otorrinolaringológico.

Para excluir fracturas óseas se realizan radiografías de los huesos nasales en proyecciones laterales y de los senos paranasales.

Para descartar lesiones más profundas, se recomienda una tomografía computarizada facial.

Tratamiento de las lesiones del tejido blando de la nariz

Se realiza un tratamiento quirúrgico primario de las heridas. Si es necesario, los bordes de la herida se extirpan lo más suavemente posible. Se aplican suturas cosméticas.

Si el área nasal amputada está preservada y es viable, se realiza la reimplantación. Si no es posible la reinstalación, se realiza posteriormente una plastia con un injerto vascularizado.

En las primeras horas después de una contusión nasal, se recomiendan compresas frías en la zona de la lesión y se prescriben AINE sistémicos, vasoconstrictores intranasales e irrigación salina.

Si el sangrado nasal persiste, deberá detenerse, incluso, si es necesario, con un taponamiento nasal anterior.

Se requiere profilaxis antitetánica y, en caso de mordeduras de animales, también profilaxis antirrábica posterior a la exposición.