Enfermedades postraumáticas del septo nasal: diagnóstico y tratamiento de hematomas, abscesos y perforaciones

El septo nasal es una placa ósea cartilaginosa que divide la cavidad nasal en dos mitades. Sus cambios patológicos, tales como hematomas, abscesos o perforaciones, son complicaciones graves de traumatismos o infecciones. Estas afecciones requieren un diagnóstico oportuno, ya que pueden tener consecuencias graves tales como una deformación nasal irreversible.

Clasificación de las afecciones del septo nasal

En otorrinolaringología, se distinguen tres grupos principales de patologías postraumáticas del septo nasal:

1. Hematomas del septo nasal:
   • Hematoma unilateral;
   • Hematoma bilateral.
2. Absceso del septo nasal:
   • Unilateral;
   • Bilateral.
3. Perforación del septo nasal.

Etiología

En la mayoría de los casos, la causa común de las patologías mencionadas anteriormente es el daño físico, como lesiones domésticas, caídas y accidentes de tráfico.

En casos excepcionales, la causa son las intervenciones quirúrgicas en la cavidad nasal. Estas condiciones pueden ser causadas por infecciones crónicas lentas o enfermedades autoinmunes en la cavidad nasal, por lo que los pacientes no buscan ayuda de otorrinolaringólogos durante largo tiempo.

Causas de abscesos y hematomas

Los hematomas del septo nasal pueden surgir a causa de un traumatismo contuso o una infección viral. Los signos de ello son la hiperemia y el aumento de la fragilidad de los vasos de la membrana mucosa, lo que contribuye a hemorragias espontáneas.

Los abscesos nasales suelen ser consecuencia de la supuración de un hematoma. También puede formarse:

• Al transmitir una infección desde la piel (hinchazón o forúnculo nasal);
• Cuando una infección se propaga desde la cavidad bucal durante los procesos de caries.

Causas de las perforaciones

Una perforación del septo nasal se produce debido a:

• Un trauma o quemadura (química o térmica);
• Intervenciones quirúrgicas;
• Procesos atróficos, enfermedades autoinmunes e infecciosas;
• Abscesos del septo (disolución purulenta de los tejidos);
• Uso prolongado de medicamentos intranasales o drogas narcóticas;
• Traumatización crónica («hurgarse la nariz»).

También se producen perforaciones idiopáticas, es decir, cuando no se puede determinar la causa exacta.

Patogénesis y cambios anatómicos

Hematoma

Un hematoma es una acumulación de sangre entre el cartílago y el supracartílago. Ocurre dentro de las 24 h tras una lesión. En la cavidad nasal del lado de la lesión, se puede identificar un bulto fluctuante y tenso de la membrana mucosa de color cianótico (gris azulado).

El hematoma puede afectar a la parte cartilaginosa o extenderse a la parte ósea posterior, aunque esto sea extremadamente raro. También es habitual encontrar lesiones bilaterales, en las que la sangre se acumula en ambos lados.

Abscesos

Un absceso del septo nasal es una acumulación de contenido purulento debajo de la membrana mucosa, más frecuente en la zona del cartílago del septo. Se produce como complicación de un hematoma nasal no drenado o tras un traumatismo y una intervención intranasal.

En ausencia de tratamiento, la inflamación purulenta se extiende más profundamente. El cartílago, privado de nutrición y en un entorno purulento, se degrada rápidamente mediante condrólisis. Las complicaciones de esta afección incluyen el desarrollo de una perforación del septo nasal, la deformación de la parte posterior de la nariz (su depresión) y la propagación de la inflamación a la zona periorbital y a las estructuras intracerebrales.

Perforación

Cuando se perfora el septo nasal, se ven afectadas las partes anteriores de la zona del cartílago del septo y el plexo de Kiesselbach. En el lugar de la ulceración de la membrana mucosa, se forma una perforación en la zona del cartílago, que aumenta de tamaño con el tiempo. Pueden formarse granulaciones a lo largo de los bordes de la perforación.

La aparición de la perforación cambia el flujo de aire laminar natural a un flujo de aire turbulento. Esto provoca el secado de la membrana mucosa, la formación de costras y una ventilación deficiente de la cavidad nasal y los senos paranasales.

Las perforaciones se clasifican según su tamaño. El tamaño de la perforación afecta a la táctica de tratamiento y el pronóstico.

Presentación clínica

Los síntomas dependen del tipo de patología y de la fase del proceso.

1. El hematoma es una masa moderadamente dolorosa o indolora. Cuando es pequeño, la respiración nasal permanece inalterada y la afección pasa desapercibida. Su contenido puede degradarse por sí mismo. Sin embargo, sin el tratamiento adecuado, el hematoma a menudo se infectará y desarrollará un absceso del septo nasal con una presentación clínica clara. Si hay hematomas bilaterales o grandes, la respiración nasal se vuelve difícil.
2. El absceso del septo nasal presenta síntomas distintivos:
   • Quejas de dolor nasal intenso;
   • Dificultad para respirar por la nariz del lado de la lesión;
   • Escalofríos, debilidad, dolor de cabeza y aumento de la temperatura corporal.
3. Una perforación se forma mediante atrofia:
   • Sequedad en la cavidad nasal con formación de costras;
   • Sentido del olfato reducido;
   • Epistaxis recurrente;
   • Posible silbido en la nariz al respirar (con defectos de pequeño tamaño).

Diagnóstico

Una historia clínica detallada y un examen rutinario mediante rinoscopia anterior son suficientes para aclarar el diagnóstico en este grupo de enfermedades.

• Si es necesario, se realiza una endoscopia de la cavidad nasal.
• Para evaluar el estado de las estructuras óseas y excluir complicaciones intracraneales, se puede realizar una TAC de la región maxilofacial.
• Si hay hematomas y abscesos, se puede hacer una punción diagnóstica y terapéutica. Si sale sangre, se confirma el diagnóstico de hematoma del septo nasal y, si sale pus, se confirma el diagnóstico de absceso del septo nasal.

Tratamiento de las afecciones del septo nasal

Las tácticas terapéuticas se determinan según el tipo de proceso patológico y tienen como objetivo evacuar el contenido, prevenir complicaciones purulentas y restaurar la integridad de las estructuras nasales.

Tratamiento de los hematomas del septo nasal

Se punza el hematoma del septo nasal con una aguja para aspirar el contenido y, a continuación, se realiza un taponamiento anterior firme para fijar e injertar la membrana mucosa a las estructuras subyacentes. Cuando está indicado, se prescribe un tratamiento antibacteriano oral y se aplican soluciones antisépticas al taponamiento nasal para prevenir complicaciones purulentas.

Tratamiento de abscesos en el septo nasal

En el caso de los abscesos del septo nasal, solo se utiliza el tratamiento quirúrgico. Se realiza una amplia incisión de la membrana mucosa en la zona donde la inflamación es mayor y se extrae el contenido patológico.

• La cavidad resultante se lava con soluciones antisépticas, se instala un drenaje y, a continuación, se tapona la cavidad nasal (tamponización).
• Se prescribe un tratamiento antibacteriano oral en función de la sensibilidad del paciente. Se realizan curas periódicas con cambio de drenaje.
• En caso de abscesos bilaterales, la incisión de la membrana mucosa debe realizarse en ambos lados, pero no de forma simétrica, con el fin de evitar la formación de una perforación del septo nasal.

Tratamiento de las perforaciones del septo nasal

El cierre de una perforación del septo nasal es actualmente una tarea difícil para los cirujanos nasales. Para lograr el mejor efecto, lo primero que se debe hacer es identificar la causa de la perforación e intentar eliminarla o minimizarla.

1. Terapia no quirúrgica

Para reducir las manifestaciones clínicas, se recomienda humedecer regularmente la cavidad nasal con soluciones salinas y ablandar las costras con preparaciones en pomada. Esto solo evita que la perforación aumente de tamaño, pero no la cierra. También se colocan implantes de silicona en el lugar de la perforación, aunque a veces contribuyen a aumentar su tamaño.

2. Tratamiento quirúrgico

La rinoplastiade la perforación del septo nasal se realiza utilizando auto-cartílago y membrana mucosa en un pedículo vascular. A continuación, los tejidos se fijan con protectores nasales hasta que se curan.

Sin embargo, incluso con la corrección quirúrgica, actualmente es muy raro poder eliminar por completo el defecto. En algunos casos, las intervenciones quirúrgicas pueden incluso contribuir a que la perforación se agrande.