La anastomosis (del griego: anastómōsis, abertura) es una conexión natural o creada quirúrgicamente entre estructuras anatómicas huecas, como vasos sanguíneos, conductos linfáticos o secciones de órganos huecos (p.ej., el intestino).
Las anastomosis naturales desempeñan un papel fisiológico importante al proporcionar circulación sanguínea colateral (bypass). Las anastomosis quirúrgicas se realizan para restablecer la continuidad de un órgano después de la resección de una parte de este o para formar un bypass (derivación).
Las anastomosis quirúrgicas se clasifican según el tipo de conexión tisular: «extremo a extremo», «lado a lado» y «extremo a lado». El éxito de su formación y curación depende del cumplimiento de principios quirúrgicos estrictos:
La anastomosis es un paso clave en las cirugías abdominal, vascular y oncológica. La complicación principal y más peligrosa es el fallo de las suturas de la anastomosis, lo que conduce al desarrollo de hemorragias (en anastomosis vasculares) o peritonitis (anastomosis intestinal), sepsis y, a menudo, se requiere una nueva cirugía.
En el período posoperatorio a largo plazo, puede desarrollarse una estenosis anastomótica; es un estrechamiento del tejido cicatricial que deteriora la permeabilidad del órgano.
La anastomosis debe distinguirse de una fístula. Una anastomosis es una conexión terapéutica formada deliberadamente, mientras que una fístula es un paso patológico que se forma espontáneamente como resultado de una enfermedad o complicaciones.
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