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Sicosis

También conocido como: Sicosis estafilocócica, Sicosis vulgar

La sicosis (del griego σῦκον [higo, baya de vino]) es una inflamación purulenta crónica y recurrente de los folículos pilosos, caracterizada por la formación de infiltrados confluentes. Esta enfermedad es una forma de pioderma profunda.

El proceso patológico se localiza con mayor frecuencia en las zonas de crecimiento de pelo erizado en la cara de los hombres (en el área de la barba y del bigote) y, con menor frecuencia, en las cejas, las axilas o el pubis. La sicosis se caracteriza por un desarrollo persistente y prolongado con exacerbaciones frecuentes, lo que provoca un malestar psicológico importante y defectos cosméticos.

Etiología y fisiopatología

El agente causal directo de la sicosis es casi siempre el Staphylococcus aureus. Sin embargo, el desarrollo de la enfermedad no está asociado simplemente a la infección, sino a una alteración compleja de la reactividad del organismo.

El papel clave en la patogénesis lo desempeña la hipersensibilidad (sensibilización) del organismo a los antígenos de los estafilococos. En este contexto, las microlesiones constantes de la piel (afeitado, fricción) y la presencia de focos de infección crónica (rinitis, sinusitis, caries) crean condiciones para la introducción del patógeno y el mantenimiento de un proceso inflamatorio continuo.

Factores predisponentes:

  • Trastornos endocrinos (diabetes mellitus, disfunción gonadal).
  • Disminución de la inmunidad general y local.
  • Trastornos funcionales del sistema nervioso.
  • Infecciones nasofaríngeas crónicas.

Importancia clínica

La enfermedad comienza con la aparición de pequeñas pústulas (ostiofoliculitis) atravesadas en el centro por un cabello. Enseguida, el proceso se extiende a los folículos vecinos, las pústulas se fusionan y, en su lugar, se desarrollan infiltrados extensos, densos y de color rojo azulado.

Presentación clínica:

  • La piel afectada está hinchada, tensa y duele.
  • En la superficie de los infiltrados se encuentran numerosas pústulas pequeñas.
  • El cabello de la lesión está firmemente asentado en los folículos y es difícil de extraer.
  • Cuando las pústulas desaparecen, se forman costras purulentas masivas de color verde amarillento y, al retirarlas, la superficie se vuelve húmeda.
  • El proceso se desarrolla de manera ondulatoria, con períodos de exacerbaciones y remisiones incompletas, y va abarcando gradualmente cada vez más zonas.

El diagnóstico se realiza sobre la base de una presentación clínica típica. El tratamiento de la sicosis es largo y complejo. Incluye terapia antibiótica sistémica basada en la sensibilidad del patógeno, terapia de inmunomodulación (anatoxina estafilocócica, autovacunas), así como cuidados locales rigurosos (lociones antisépticas, ungüentos con antibióticos). Una parte importante del tratamiento es la eliminación del pelo afectado para permitir el drenaje del pus de los folículos.

Diagnóstico diferencial

La sicosis debe distinguirse de otras enfermedades con un patrón similar. Se diferencia del acné vulgar por la ausencia de comedones y la lesión predominante de los folículos pilosos en lugar de las glándulas sebáceas. Se diferencia de la forma pustulosa de la rosácea por la presencia de secreción purulenta verdadera y la ausencia de telangiectasias. Lo más importante es el diagnóstico diferencial con la tricofitosis profunda (“sicosis parasitaria”), una lesión fúngica de la zona de la barba. Para descartar una infección fúngica, es obligatorio realizar un examen microscópico y un cultivo del pelo afectado para detectar hongos.

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