Saneamiento (descontaminación/higiene, del latín sanatio) es un término médico general con el que se designa un conjunto de medidas de tratamiento y prevención destinadas a eliminar el foco de la infección o el proceso patológico con el fin de mejorar la salud de un órgano o de todo el organismo.
La esencia del saneamiento es eliminar la causa raíz de la enfermedad y crear condiciones para el funcionamiento normal y la reparación de los tejidos. El término se utiliza en diversos campos de la medicina, pero su núcleo semántico es la purificación y la curación activas del foco patológico.
Según la especialidad médica y el contexto, el saneamiento puede referirse a diferentes procedimientos que comparten un objetivo común.
El objetivo principal del saneamiento es eliminar la fuente de inflamación crónica, intoxicación y sensibilización del cuerpo. La eliminación del foco de infección previene su propagación posterior, el desarrollo de complicaciones (por ejemplo, sepsis o abscesos metastásicos) y la aparición de reacciones autoinmunes.
Principios clave del saneamiento:
El saneamiento es un principio fundamental en el tratamiento de enfermedades inflamatorias purulentas. La falta de saneamiento de calidad del foco primario hará que cualquier terapia antibiótica sistémica, incluso la más potente, sea ineficaz o solo temporalmente efectiva, mientras persista la fuente de infección e intoxicación. Un saneamiento adecuado no solo aborda el problema local, sino que también contribuye a la salud general del paciente al eliminar el foco de estimulación antigénica crónica y estrés en el sistema inmunológico.
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